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GENTE SWINGER

EXPERIENCIAS

NUESTRA PRIMERA EXPERIENCIA SWINGER

En general la amistad es una relación en donde se comparten maneras de pensar, intereses comunes, etc., y que mejor oportunidad que convertirte en un buen "amigo" de tu misma pareja.  Entre sábanas y almohadas mi esposa y yo comenzamos a compartir fantasías sexuales que estaban hasta ese momento solo en nuestra mente y para sorpresa de ambos las compartíamos, entonces, nos propusimos la tarea de buscar la manera de hacerlas realidad ya que sí solo el hecho de imaginárnoslas agregaba un morbo excitante a nuestra cama, al cumplirlas estaríamos seguros que se convertiría en combustible para nuestra relación.

Con mucha curiosidad comenzamos a buscar en internet y efectivamente conseguimos gente que se prestaba para hacer un TRIO, sin embargo, había un tema de socialización previa que era parte de la fantasía el cual solo contactando a alguien en un hotel no se cumpliría. En algún momento conseguimos un grupo de personas que tienen mentalidad muy liberal y nos invitaron a compartir de una fiesta, la cual resultaría excelente, no solo porque veíamos la posibilidad de hacer nuestra fantasía realidad sino que además nos iba a permitir conocer gente con una forma de pensar parecida. 

Era una fiesta pequeña, con un ambiente lleno de picardía, complicidad y gente cuya única motivación era pasar un rato agradable con su pareja. En un principio era igual a cualquier otra reunión social en la que los invitados tratan de ser agradables mientras exhiben sus mejores atributos socio-culturales; la diferencia estaba en que compartíamos en voz alta nuestros pensamientos y opiniones sobre temas que en una reunión normal no serían totalmente aceptados.  Pasado un rato comenzamos a bailar y el ambiente se fue llenando de feromonas, era inmensamente excitante poder compartir con otras personas el baile sin tabúes de ningún tipo, poder intercambiar miradas y hasta una tocada que otra con el consentimiento de nuestras parejas. De pronto en un abrir y cerrar de ojos, comenzamos a ver gente en ropa interior, a otra pareja en medio de un beso muy apasionado sin que le importara en lo más mínimo que estaban en medio de la sala, sonrisas de complicidad surgieron entre nosotros y una excitación que se hacía cada vez más intensa.

No sabemos si era la cara de “nuevos” que teníamos pero en contrario de nuestras expectativas había mucha gente interesada en compartir con nosotros, esperábamos pasar desapercibidos pero por el contrario por algún momento nos sentimos como si estuviésemos entre amigos de mucho tiempo, todos nos daban consejos, recomendaciones y claro una que otra “puntada” para estar con mi mujer.  Vimos de todo, una señora muy bonita pero que en la calle nunca adivinarías que le agradaría que la rodearan 6 o 7 hombres y ella como una reina, otra pareja muy linda que disfrutaba su relación sexual mientras un grupo de personas la observaba… en fin, al final mi esposa eligió a un chico muy agradable, atractivo y con una cara muy seria (tal vez por eso lo eligió) y fuimos a cumplir nuestra fantasía en un ambiente más privado.

Ya solos los tres me pidió que la dejara entrar en confianza y “conocerse” con su nueva conquista; mientras yo observaba desde una esquina me llenaba de una enorme excitación ver como mi esposa era capaz de entregarse por completo sin ningún tipo de inhibiciones, en primer lugar le hizo sexo oral de una manera muy ruda, estaba transformada, otra personalidad se había apoderado de ella.  Luego pidió que la penetrara solo habiéndole quitado una minifalda de jean y sus pantaletas, se veía espectacular arriba de él teniendo buen sexo mientras aún tenía su blusa negra y botas de cuero negras que le llegaban casi a las rodillas.

Luego de un rato con una mirada me invitó a participar físicamente, porque mentalmente yo no me había perdido ni uno solo de sus movimientos… me paré en la cama y mi pene quedó a la altura de su cara y me lo tomó con ambas manos y me hizo sexo oral mientras seguía moviéndose frenéticamente arriba del tipo hasta que alcanzó su primer orgasmo… 

Fueron varios los orgasmos que experimentó mientras cambiábamos de posiciones, de ahí en adelante siempre los tres y fue así como se pasaron horas sin ni siquiera darnos cuenta. Por último el tercero se fue de la habitación dejándonos con mucho combustible todavía para seguir en ese juego de roles en el cual salieron a flote aspectos de nuestra personalidad que no sabíamos que existían.

Cuando nos casamos nunca me imaginé que pudiera compartir algo de esto con mi esposa, sin embargo, gracias a la buena comunicación salió a flote este tema que desde nuestro punto de vista favorece la relación ya que nos permite conocer gente, satisfacer necesidades sexuales de las que una pareja corriente se cohíbe o peor aún lo hace a escondidas.  Que mejor oportunidad de saber que estás en una situación como la que describí antes acompañado con tu pareja, sin esconderse, en total complicidad y sin remordimientos. Esta experiencia nos abrió la puerta a un mundo desconocido, muy excitante y que estamos seguros fortalece los lazos afectivos entre nosotros.

Por último, comparto esta experiencia blog por la necesidad de compartir estos pensamientos con otras personas, ya que obviamente es algo que no expones en tu vida normal pero que estoy seguro hay muchos que lo comparten. Bienvenidos sus comentarios.

Saludos